¿Hasta qué punto la escuchas, la sientes y le estimas?
¿Hasta qué punto le perdonas?
Le perdonas la ignorancia o la cobardía,
la apatía o la empatía,
la solidariad o el egoísmo.
¿Qué le perdonas a esta nación?
La hipocresía o el sentido de víctima,
la nostalgia de un milagro
o la estupidez del engaño.
Le perdonas que no sabe escuchar,
le perdonas su incredulidad,
le perdonas lo lascivo de sus palabras cuando hablan de justicia.
Pero sobre todo... yo sé...
que le perdonas que sabe perdonar
y es una herida abierta,
una que duele cuando cierras la boca,
cuando escuchas y no miras,
cuando miras y no escuchas,
No le perdono que sepa perdonar
y que olvide ...
y se esconda.
Ana Isel Espinosa Jaime
