El sonido de la ambulancia,
a lo lejos, desconocidos sufriendo,
a lo lejos, seres flotando de caos
de caos, de caos, de caos
cubierta la boca, sellada con tela,
los labios apretados guardando secretos
como si la abertura del tal cuerpo fuera una herida,
como si alguien hace mucho hizo una rajada, aparentando hacer palabras
caos, caos, maravilloso caos, teorías del porqué existes.
Hoy me caigo en tu honor, hoy mis maravillas te las doy.
Grita tan fuerte por dentro, grita porque si es en silencio todos sabrán tu sufrimiento y
sera verdad lo que dice Nietzsche que “El hombre es el animal que puede prometer”. ¿Y qué nos hemos prometido? tal vez, o es solo que sabemos solo prometer,
o caos flotando a lo lejos una moneda volando al azar en las costas donde hoy no me encuentro.
Y ese sonido que ahí va tubo un porque, y ese porque no nos tiene satisfecho.
Ana Isel Espinosa Jaime
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