miércoles, 27 de abril de 2011

No importa que no tenga un poco de cocaína en la bolsa,
    aun maldigo, el inadecuado esta bien.
Las satisfacciones me las he quebrado cada día. 
   No importa si la música nos rompe el escuchar.
Y no vengas con tu libro a profesar  tu según verdad
   déjame lastimarme, déjame caer  en  los abismos  y cruzar la puerta
Tan poco nos vemos, tan poco nos sabemos
  déjame rasgar los sueños, deja que la tierra nos caiga  en el cuerpo.
 Y no importa si es delirio, mostrar una agotamiento, al hierro del alma  al fuego.

Ana Isel Espinosa Jaime  

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